La Huella Ecológica de Extremadura |
El concepto de Huella Ecológica surgió a comienzos de la década de los noventa del pasado siglo en la universidad canadiense de la Columbia Británica, de la mano William Rees, como un intento de aproximación al grado de sostenibilidad de los hábitos de consumo de una determinada población. Más adelante se ha ido desarrollando todo un marco metodológico y conceptual para este indicador, orientado a medir la superficie ecológicamente productiva necesaria para abastecer las necesidades de una población y asimilar los residuos que genera teniendo en cuenta el nivel de vida específico de dicha población, donde sea que se encuentre esta área. Se podría decir que mide el impacto que tiene un determinado modo de vida sobre un territorio concreto. Esta superficie necesaria se compara con la disponible en el mismo territorio y que se denomina biocapacidad, de tal forma que si la primera es mayor que la segunda la situación del territorio se cataloga como en ‘déficit ecológico’, al consumirse más recursos o generar más residuos de los que la naturaleza es capaz de proveer o asimilar. »»» Acceso a la publicación
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