El proyecto LIBERA lanza la campaña ‘Tirar basuraleza en la carretera nunca lleva a un buen lugar’ |
La campaña, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Tráfico, va acompañada de un dossier sobre el impacto de las basuras abandonadas en las cunetas
La fuente principal del abandono de estos residuos son los conductores, en un 53%, y los peatones, en un 23%.
El aumento de inundaciones, posibles incendios, la contaminación por vertido de sustancias tóxicas son las principales consecuencias ambientales del abandono de residuos en este tipo de vías, además de ser una posible causa de accidentes de tráfico.
La campaña hace un juego simbólico de cambio de nombre de pueblos afectados por la basuraleza. ‘Atascamontes’, ‘Vallemarchito’ o ‘Colillas de la Vega’ son algunos ejemplos.
LIBERA, el proyecto creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, pone en marcha una nueva campaña de sensibilización sobre el abandono de residuos en espacios naturales. En esta ocasión, el objetivo son las cunetas ya que se han identificado como puntos de gran concentración de residuos. Bajo el lema ‘Tirar basuraleza en la carretera nunca lleva a un buen lugar’, tiene como objetivo sensibilizar a la población del impacto ambiental asociado.
La campaña apoyada por la Dirección General de Tráfico (DGT) va acompañada de un dossier sobre las consecuencias ambientales que tiene abandonar residuos en las carreteras. A pesar de que no existe apenas bibliografía científica sobre este problema y ningún texto relevante a nivel nacional, según un estudio sobre el abandono de residuos en cunetas en Estados Unidos realizado en 2009 (con una muestra de casi 10.000 personas) [10,11], más del 90% corresponde a restos de pequeño tamaño: 10 centímetros o menos. Esto se debe a que la mayor parte son colillas de cigarro (38%), papel (22%) y plástico (19%).
Este estudio identifica como fuente principal de estos residuos a los propios usuarios de las vías de transporte: conductores (en un 53%) y peatones (en un 23%). Sin embargo, existen otros factores como pérdida de cargas en camiones, coches y camionetas, así como elementos desprendidos de los propios vehículos y pérdidas de aceite de motor. Asimismo, hay que tener en cuenta la localización de las carreteras. En este sentido, las zonas que se encuentran cerca de establecimientos comerciales y áreas industriales tienen un 11% más de desperdicios que la media, mientras que las áreas residenciales están más limpias, con un 40% menos de residuos.
En España, como ejemplo de la magnitud del problema, destaca la información aportada por una empresa de conservación de carreteras que indica que, desde el año 2017 y a lo largo de 179 kilómetros correspondientes a una autovía y una carretera convencional emplazadas en las provincias de Jaén y Granada, se han llegado a retirar 20 toneladas de neumáticos, 23 toneladas de residuos mezclados y casi 26 toneladas de residuos plásticos.
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