Sierra Grande de Hornachos - El Medio Natural
La Sierra Grande de Hornachos conformada por materiales paleozoicos se articula como el soporte físico de la Zona de Interés Regional, con una clara diferenciación entre la umbría y la solana que conforman dos unidades diferenciadas. La zona de umbría, se presenta como una zona de vegetación compacta sólo rota por la existencia de crestones cuarcíticos y derrubios. La solana en cambio, ofrece un dominio de material rocoso sobre la escasa vegetación.
Panorámica de la Sierra
Los espacios adehesados y los piedemonte manifiestan una importante singularidad debida a la variación de densidad del arbolado, así como su disposición arbitraria y caprichosa.
La Zona de Interés Regional constituye una auténtica isla de verdor y un excepcional mirador natural entre las grandes llanuras que la rodean.
Geología
La Sierra de Hornachos se encuentra situada dentro de la zona Centroibérica del Macizo Hespérico, en los límites con la zona de Ossa Morena.
En la Zona de Interés Regional, afloran dos dominios claramente individualizados, separados por la falla de Hornachos:
- El primero se caracteriza por la presencia de la serie metamórfica de exquisitos y metagrauvacas del precámbrico superior.
- El segundo destaca por la presencia de series metamórfica paleozoicas de arcosas, cuarcitas, pizarras y limos versicolores.
Morfología
La Zona de Interés Regional, presenta desde el punto de vista morfológico, dos zonas perfectamente diferenciadas que se corresponden con los dos dominios geológicos existentes.
Crestones de Cuarcita
Así los terrenos más meridionales, donde afloran los materiales precámbricos, presentan una morfología suave, alomada y sin grandes desniveles, mientras los terrenos septentrionales, conformados por los materiales paleozoicos, presentan una morfología bastante abrupta donde destacan las evoluciones correspondientes, la Sierra Grande de Hornachos, así como depresiones importantes, apreciándose desniveles de hasta 590 m.
El accidente fisiográfico más notable en la Zona de Interés Regional es la Sierra Grande de Hornachos y la de los Pinos. Sierras conformadas por materiales paleozoicos coronadas por crestones de cuarcita que conforman la línea de cumbres, con una orientación noroeste-sureste, cuya altura máxima corresponde al Peñón de Marín con 951 m. frente a los 360 m. de altitud del cauce del río Palomillas.
Climatología
El clima es mediterráneo subtropical, con dos estaciones muy contrastadas, una el verano con altas temperaturas y sequedad estival, y otra, el invierno con temperaturas suaves y precipitaciones moderablemente abundantes.
La temperatura media anual es de 17ºC, siendo la temperatura media del mes más cálido de 36ºC en julio y máximas absolutas que sobrepasan los 41ºC, produciendo un descenso hasta llegar a los meses de diciembre, enero y febrero, con mínimas absolutas de -1ºC. La primavera es muy reducida alcanzándose temperaturas en el mes de mayo que se aproximan a los 18ºC.
Encinares de la Umbría
Las precipitaciones son escasas, presentando una media anual de 537 mm. Las máximas precipitaciones se producen durante el invierno, comenzando una disminución progresiva de las mismas hasta el mes de junio, cuando se entra en un periodo de sequía que se prolonga hasta septiembre.
Hidrología
La Sierra Grande de Hornachos se encuadra en la cuenca hidrográfica del Guadiana, estando compuesta la red hídrica principal por los ríos Matachel y Guadámez, ambos afluentes del Guadiana por su margen izquierda.
El río Matachel drena las aguas de las laderas de Solana de la Sierra, mientras que las aguas de umbría son recogidas por su afluente el río Palomillas que se une al Matachel en el embalse de Alange.
El río Guadámez tan sólo drena las aguas de la ladera oriental de la Sierra Grande.
La red hídrica presenta un marcado estiaje, secándose en verano, si bien el Matachel denota una notable circulación hídrica durante esta estación.
Edafología
Los suelos que tapizan la Zona de Interés Regional son mayoritariamente Tierras Pardas Meridionales sobre rocas metamórficas y en menor cuantía suelos Rojos Mediterráneos sobre Materiales Siliceos y Litosuelos.
Las Tierras Pardas Meridionales presentan una profundidad variable, aunque en general escasa, no existe una separación clara de horizontes, el pH es neutro o ligeramente ácido, no poseen carbonatos y el contenido en materia orgánica oscila entre el 1 y el 3%. Debido a su fácil erosionabilidad en zonas desprovistas de vegetación han evolucionado en zonas de pendientes a suelos raquíticos e incluso a litosuelos.
Los Suelos Rojos Mediterráneos sobre Materiales Silíceos presentan un horizonte A de escasa potencia, de color rojizo y gran escasez de materia orgánica. El horizonte B, es totalmente arcilloso y descarbonatado. Ambos horizontes son perfectamente diferenciables.
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