Campaña #SoyTerrícolaCuidoElPlanetaVideos de la Campaña FIO 2021
Para impulsar el cambio a una economía circular, una de las primeras necesidades es cambiar la mentalidad de los consumidores, al ser clave su responsabilidad a la hora de actuar. En efecto, en el nuevo modelo de economía circular al que nos estamos refiriendo se aplica la conocida como “regla de las tres Rs”: reducir, reutilizar y reciclar. Reducir implica modificar nuestros hábitos de consumo adquiriendo productos responsablemente, comprando menos y utilizando menos recursos energéticos, todo lo cual redunda en la prevención en la formación de residuos. Reutilizar supone alargar la vida de cada producto, bien reparándolo, bien dándole un uso diferente. Y por último, reciclar consiste en rescatar lo posible de un material que ya no sirve, para convertirlo en un nuevo producto.
Es cierto que el plástico es un importante material, y que nos ayuda a resolver muchos problemas en nuestra sociedad. Por ejemplo, contribuyen a garantizar la seguridad alimentaria, a reducir el desperdicio de alimentos, a facilitar la innovación médica (en el caso de los materiales plásticos biocompatibles). No obstante lo anterior, la producción, el uso y el consumo de plásticos perjudican enormemente el medio ambiente, y cada vez en mayor medida, por su acumulación y la opinión pública está más preocupada por ello, por lo que es necesario abordar estos problemas medioambientales. La producción de plásticos y la incineración de residuos procedentes de los plásticos producen millones de toneladas de CO2 anualmente, enormes cantidades de residuos acaban en el entorno. En este sentido, hay que destacar que el plástico representa más del 80 % de la basura marina), y parte de ese material plástico se degrada en microplásticos, los cuales pueden incluso entrar en la cadena alimentaria. Avanzar con determinación hacia una economía más próspera y sostenible del plástico podría aportar beneficios considerables, y para ello es necesario el esfuerzo y la cooperación de todos los implicados, empezando por los productores y terminando con los consumidores. Dentro del Plan de Acción de la Unión Europea para la economía circular, los plásticos son una prioridad clave. Entre las medidas para que el sector del plástico sea inteligente, innovador y sostenible se encuentran las siguientes: mejorar la economía y calidad del reciclado del plástico, impulsar la demanda de plásticos reciclados, mejorar y armonizar la recogida selectiva y la clasificación, o reducir los residuos de plástico y los vertidos de basura. “Reducir productos envasados”. Para ello, sería necesario que se adoptaran medidas tales como las siguientes: comprar productos envasados en materiales ecológicos o biodegradables, reemplazando el plástico por otro material (por ejemplo, cartón, polímeros de origen vegetal biodegradables o vidrio), cuando ello sea posible, comprar productos a granel, reutilizar los envases de cartón y de vidrio, y no comprar productos en envases individuales. El uso creciente del plástico para una amplia gama de aplicaciones efímeras da lugar a grandes cantidades de residuos. Los objetos de plástico desechables constituyen uno de los grandes orígenes del plástico presente en el entorno, ya que pueden ser difíciles de reciclar, a menudo se utilizan fuera del hogar y se eliminan sin control en el medio ambiente. El aumento del consumo de alimentos y bebidas fuera del hogar promueve el uso de plásticos desechables, tales como los recipientes alimentarios, los vasos de bebidas, los cubiertos y platos de plástico, las pajitas, o los recipientes de bebidas y sus tapones.
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